Desde febrero hasta agosto podremos gozar de la temporada de mangos, una de las frutas preferidas por los paladares mexicanos y una de las más consumidas en el mundo.
La temporada de mangos es una de las más prolíficas y esperadas del año, y aunque el mango no es una fruta endémica de México, pues esta es originaria del continente asiático y fue traída a nuestro país durante la conquista, las producciones agrícolas de mango en México han sabido apropiarse orgullosamente de él. Pues gracias a la excelente calidad que ofrece la cosecha de mango nacional y que le otorgan un excepcional sabor y carnosidad inigualable, el mango mexicano se ha vuelto digno de reconocimiento internacional, y con ello, una fruta característica de nuestro país.
Para crecer mangos mexicanos de excepcional sabor, estos deben estar rodeados por buenos entornos para el cultivo, y el territorio mexicano cuenta con diversas zonas que mantienen excelentes condiciones climatológicas entre lluvia y sequía en un clima tropical ideal para traer una perfecta temporada de mangos.
Existen diversas comunidades productoras de mango en México que trabajan en estas zonas y que mantienen su excepcional calidad, además, a partir del cuidado segundo a segundo de su crecimiento, mediante el uso de herramientas naturales que mantienen una sana producción y cuidan el entorno.
Estas comunidades productoras mexicanas de mango, se destacan por rodearse de prácticas agrícolas benéficas que ayudan a la comunidad, protegen al medio ambiente y con ello mantienen una producción de primer nivel.
La Sociedad de Productores Agropecuarios de la Zona Oriente del Istmo S.P.R. de R.I es una de ellas, se compone de más de 100 pequeños productores de la Zona Oriente del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y se especializan en la producción de mango Ataulfo, Tommy Atkins y Oro. Se distinguen además por ser una sociedad que integra valores de responsabilidad social, comercio justo, mantiene una economía social solidaria y por llevar a cabo buenas prácticas agroecológicas que permiten preservar y proteger los recursos naturales de las zonas de cultivo, cuidando al medio ambiente y protegiendo la biodiversidad local.
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El mango mexicano no solo es delicioso, también es bueno para el planeta
Producir la temporada de mangos a través de prácticas agroecológicas trae un gran número de beneficios no solo para los agricultores, sino para todo el mundo. Ya que de esta manera se puede proteger al planeta desde el momento del cultivo, resguardando el suelo por medio del uso de materiales orgánicos que ayuden a combatir las plagas sin devastar la biodiversidad de la zona, combatiendo la maleza a través de métodos naturales que no contaminen los suelos, manteniendo sistemas de riego adecuados y sin desperdicios, optimizando los sistemas de transporte en el campo para ahorrar recursos energéticos, entre otros procedimientos amigables que conservan el ecosistema.
Desafortunadamente existen a nivel mundial diversas producciones agrícolas masivas que no son conscientes de su impacto negativo ambiental y que utilizan de forma desmedida plaguicidas y herbicidas que devastan la flora y fauna de los cultivos, provocando a su vez que los frutos absorban micropartículas de estos elementos y a la larga dañen la salud de los consumidores. Las comunidades locales agrícolas productoras de mango son conscientes de estos daños, por lo que evitan usar estas sustancias toxicas y optan por el uso de métodos naturales que ayudan a producir mangos completamente sanos, de excepcional calidad y saludables para el cuerpo.
Estas comunidades productoras son conscientes del impacto ambiental que las acciones descuidadas e irresponsables pueden llegar a afectar al medio ambiente y con ello a las comunidades, es por eso que eligen mantener maniobras que mediante el cuidado del cultivo agrícola protejan al planeta y traigan consigo una temporada de mangos más amigable con el entorno.
Aprovechar esta temporada de mangos para consumir producto mexicano de calidad elaborado por comunidades agrícolas consientes y responsables con el entorno, ayuda a conservar nuestro planeta, proteger a la biodiversidad, fomentar la equidad y el comercio justo, y por supuesto a cuidar nuestra salud.
Consumir mango mexicano de productores responsables con el entorno y comprometidos con su comunidad nos beneficia a todos como sociedad. Conoce más productores comprometidos con estos valores visitando nuestro directorio de productos y servicios más sostenibles.
